locución adverbial cultista originada en los ambientes humanísticos de las universidades europeas del siglo XVI basada en la expresión latina per omne fas ac nefas que significa por bien o por mal, por las buenas o por las malas, por medios justos o injustos, de todos modos, también por una cosa o por otra, coloquialmente por hache o por be. Fas en latín es un sustantivo neutro indeclinable que significa lo lícito y nefas lo ilícito. De aquí los días fastos y nefastos del calendario romano. En los nefastos marcados por el sumo sacerdote no podían celebrarse actos públicos institucionales, ni religiosos ni jurídicos ni políticos ni de ningún tipo.